Para entender la estrategia de Baccarat, primero hay que tener una idea de las probabilidades para diferentes manos. El juego es considerado como uno de los bordes de la casa más bajos y más altos.
La mano del jugador tiene una ventaja de la casa de 1.24%. La mano del banquero parece más atractiva con una ventaja de 1.06% para el casino, mientras que la apuesta de empate tiene una ventaja de 14.4% de la casa gigante. El banquero, a pesar del borde bajo, es complicado porque atrae una comisión del 5% sobre las ganancias de cualquier jugador.
El empate, incluso con su enorme ventaja de casa, es tentador porque paga de 8 a 1 (9 a 1 en algunos países), a diferencia del jugador y del banquero de 1 a 1.
La estrategia más adelantada del jugador de Baccarat es evitar el empate. Incluso en los países donde el empate paga 9 a 1 (reduce la ventaja de la casa en aproximadamente un 10%), el margen aún se considera bastante alto y la posibilidad de un empate es bastante improbable.
La mano del banquero también es tímida, principalmente debido a la comisión que obtiene. Además, esta mano siempre recibe cartas después del jugador y depende en gran medida del jugador.
Por consiguiente, se considera que el jugador es la apuesta más segura para apostar. Sin embargo, la mano es buena cuando un jugador planea tener una larga sesión de juego ya que sus ganancias tardan en acumularse.